domingo, 13 de febrero de 2011

LA DROGA DE LA FELICIDAD

Al término felicidad, le podemos dar una relación científica. De manera muy resumida diremos que la felicidad es la sensación de bienestar. Lo que mucha gente no sabe es que la felicidad está muy relacionada con reacciones químicas dentro de nuestro cuerpo. En concreto con un neurotransmisor que llamamos endorfinas. Efectivamente nuestro cuerpo es capaz de segregar una droga cientos de veces más fuerte que la heroína o la morfina, y es totalmente natural y carece de efectos secundarios. Te preguntarás que hay que hacer para segregarlas, pues es muy sencillo, simplemente hay que buscar cosas que nos hagan sentir bien, como salir a cenar con tu pareja, pasear por las mañanas, montar en bicicleta etc. Lo que es cierto es que durante le práctica de ejercicio físico el cuerpo segrega cantidad de endorfinas, de ahí que muchas veces si entrenamos con regularidad y respetando los principios básicos del entrenamiento nos sintamos tan bien. Hay veces que el cuerpo lo segrega en cantidades más grandes y son esos días que nos sentimos eufóricos, llenos de vitalidad y en resumen felices.
A parte de tener un papel muy importante en nuestro estado de ánimo, las endorfinas tienen más características, en concreto son un poderoso analgésico, es capaz de aliviar el dolor, por lo que un estado de felicidad puede ayudar en las recuperaciones físicas.
A lo largo de la historia se ha buscado mecanismos de aliviar el dolor, antiguamente se recurría a curanderos, brujas, sacerdotes, amuletos, algunos hongos e incluso fuego. Esto fue evolucionando y empezaron a emplearse alcaloides en concreto derivados del opio, se comprobó que eran analgésicos pero tenían grandes efectos secundarios y generaban adicción. Por lo que se empezó a estudiar estos neurotransmisores naturales y sus efectos, podemos destacar a John Hugues (1975), por lo que las endorfinas comenzaron a ganarse la fama que merecían.
Esto me sirve para decir, que muchas veces la gente desconfía de la medicina y se deja llevar por curanderos, o amigos de un amigo que curan con tocar, y demás métodos que lo único que hacen es generar un estado de sugestión a la persona que va, que sin saberlo su cuerpo aumenta la secreción de endorfinas y se piensa que le han curado, en realidad la sugestión de esta persona ha generado más endorfinas y estas pueden haber calmado el dolor. Por lo que no desconfiéis de la medicina, eso si ser siempre críticos. Y por supuesto buscar esas cosas que os hacen feliz, que muchas veces suelen ser esos pequeños detalles de la vida, y lograr a nivel biológico ese correcto flujo de endorfinas a través de nuestro organismo. Así que ya sabéis que la felicidad se puede explicar de manera biológica y hay métodos de conseguirlo.

“La felicidad es un estado bioquímico que todos podemos alcanzar, y las endorfinas son la droga que nos lo proporcionan.”

Va dedicado a Carmen García, abuela de gran parte de mis endorfinas.